sábado, 31 de mayo de 2014

EL PODER DEL ESPÍRITU

"En y a través de Jesús llegamos a conocer a Dios como un Dios impotente, que depende de nosotros. Pero es precisamente en esta impotencia que el poder de Dios se nos revela. No se trata del poder que controla, dicta y ordena. es el poder que sana, reconcilia y une. Es el poder del Espíritu. Cuando Jesús aparecía en público, la gente quería estar cerca suyo, "porque de él salía una fuerza"(Lucas 6, 19).
Jesús quiere darnos este poder del Espíritu divino. El Espíritu ciertamente nos da poder y nos permite ser presencia que sana. Cuando estamos llenos de ese Espíritu no podemos ser sino sanadores".

 Nouwen habla de los poderes que nos regala vivir en el Espíritu:
Poder para hablar
Poder para rezar
Poder para ser
Poder para llamar "Padre" a Dios
Poder para recibir amor

Henri Nouwen

miércoles, 28 de mayo de 2014

ENCONTRAR EN ÉL LA VIDA

"Vivimos en un mundo lleno de preocupaciones. Nos encontramos ocupados y preocupados con muchas cosas, mientras a la vez nos sentimos aburridos, resentidos, deprimidos y muy aislados. En medio de este mundo, el Hijo de Dios, Jesucristo, aparece y nos ofrece vida nueva, la vida del Espíritu de Dios. Deseamos esta vida, pero también caemos en la cuenta de que es radicalmente distinta de la vida a la que estamos habituados, e incluso nos parece que aspirar a vivirla, bordea lo ilusorio. ¿Cómo podemos, entonces, pasar de la fragmentación a la unidad, de las muchas cosas a la única cosa necesaria, de nuestras vidas divididas a vidas unificadas en el Espíritu? Se requiere una dura lucha. Es la lucha por permitir que el Espíritu de Dios trabaje en nosotros y nos recree. Pero esta lucha no está más allá de nuestras posibilidades. Exige de nosotros algunos pasos muy concretos, bien planificados. Exige algunos momentos diarios en la presencia de Dios en que podamos escuchar su voz, precisamente en medio de nuestros muchos asuntos. Nos exige también el esfuerzo persistente de estar con los demás de un modo nuevo, procurando verlos no como a personas a quienes podamos apegarnos a causa del miedo sino como semejantes con quienes podemos crear nuevo espacio para Dios. Estos pasos bien planificados, estas disciplinas, son la modalidad concreta que adopta el fijar nuestros corazones en su Reino y pueden desactivar lentamente el poder de nuestras preocupaciones y así conducirnos a la oración ininterrumpida". 

Henri Nouwen
"Encontrar en Él la vida"

lunes, 26 de mayo de 2014

DIOS ESTÁ EN LA VIDA Y EN LOS OTROS

“El misterio de la vida es que no podemos conocer al Señor de la vida excepto en y por medio del acto de vivir. Sin estar involucrados de una manera concreta y específica en la vida diaria, no podemos llegar a conocer la amorosa presencia de aquel que nos sostiene en la palma de su mano”.
(Una súplica de misericordia)


“El verdadero amor entre dos seres humanos te pone en contacto con tu ser más profundo. Es un amor en Dios. El dolor que experimentas por la muerte o la ausencia de un ser querido, entonces, siempre te llevará a un conocimiento más profundo del amor de Dios. El amor de Dios es el único amor que necesitas. El amor de Dios se revela en el otro. Así, Dios, que habita dentro de ti, puede hablarle a Dios, que habita dentro de la otra persona. Es lo profundo dirigiéndose a lo profundo, es la relación mutua en el corazón de Dios, quien abraza a amas personas”.
(La voz interior del amor)

Henri Nouwen

jueves, 22 de mayo de 2014

TENTADOS DE REEMPLAZAR EL AMOR POR EL PODER

"¿Qué es lo que hace que la tentación del poder sea aparentemente tan irresistible? Quizás sea el hecho de que el poder ofrece un sustituto fácil para desempeñar el difícil trabajo de amar. Parece más sencillo ser Dios que amar a Dios; más fácil controlar a las personas que amarlas; más fácil sentirse dueño de la vida que amar la vida. Jesús nos pregunta: ¿Me amas? A su vez, nosotros preguntamos:¿Podemos sentarnos a tu derecha y a tu izquierda en tu Reino? Hemos estado tentados a reemplazar el amor por el poder. Jesús vivió esa tentación de la manera más agónica, desde el desierto hasta la cruz. La larga y penosa historia de la Iglesia es la historia de las personas que han estado, una y otra vez, tentadas a preferir el poder sobre el amor, el control sobre la cruz, el llegar a ser líderes antes de permitir ser guiados por otro. Los verdaderos santos son quienes han resistido esta tentación hasta el final y así nos han llenado de esperanza".


Henri Nouwen
"En el nombre de Jesús"

lunes, 19 de mayo de 2014

EL MINISTERIO HA DE SER SIEMPRE SERVICIO

"El ministerio es servicio en el nombre del Señor. Consiste en aportar nuevas noticias a los pobres, proclamar la libertad a los cautivos y nueva vista a los ciegos, liberar a los oprimidos y anunciar el año de gracia del Señor (Lucas 4,18). La espiritualidad es atención a la vida del Espíritu en nosotros. Consiste en partir para el desierto o subir a la montaña a orar; en ponerse ante el Señor en apertura de corazón y de mente; en gritar ¡Abba, Padre!; en contemplar la inefable belleza de nuestro Dios-Amor".

Henri Nouwen

"El sacerdocio ministerial es uno de los medios que Jesús utiliza al servicio de su pueblo, pero la gran dignidad viene del Bautismo, que es accesible a todos. La configuración del sacerdote con Cristo Cabeza, es decir, como fuente capital de la gracia, no implica una exaltación que lo coloque por encima del resto. En la Iglesia las funciones no dan lugar a la superioridad de los unos sobre los otros".
(Francisco, EG, 104)


sábado, 17 de mayo de 2014

EUCARISTÍA Y VIDA

"El acontecimiento eucarístico revela las más profundas experiencias humanas, como la tristeza, la atención a los demás, la invitación, la intimidad y el compromiso. Resume la vida que estamos llamados a vivir en el Nombre de Dios. Sólo cuando reconocemos la riquísima red de conexiones entre la Eucaristía y nuestra vida en el mundo, puede aquella ser "mundana", y nuestra vida "eucarística".

"Lo que celebramos y lo que estamos llamados a vivir son , en esencia, la misma cosa".

Henri Nouwen
"Con el corazón en ascuas".

miércoles, 14 de mayo de 2014

CONDUCIR A LA FUENTE DE LA VIDA

"El primer trabajo, el más importante que debe exigirse a un ministro del futuro es clarificar la inmensa confusión que puede surgir cuando las personas empiezan a vivir en su nuevo mundo interior. Es un hecho penoso darse cuenta de lo pobremente que están preparados la mayoría de los líderes cristianos cuando se les invita a ser líderes espirituales en el verdadero sentido de la palabra. La mayoría de ellos están acostumbrados a pensar en términos de organizaciones a gran escala, escuelas, hospitales, y a dirigir todos esos montajes espectaculares, como si se tratara de un director de circo. Se han convertido en personas a las que no les son familiares los movimientos significativos del espíritu. Es más, a veces se sienten asustados ante ellos. Tengo miedo de que, dentro de unas décadas, la Iglesia sea acusada de haber fracasado en su función más fundamental: ofrecer a los hombres vías creativas de comunicación con la fuente de la vida humana".

Henri Nouwen

"Un predicador que no se prepara no es espiritual; es deshonesto e irresponsable con los dones que ha recibido".

"Antes de preparar concretamente lo que uno va a decir en la predicación, primero tiene que aceptar ser herido por esa Palabra que herirá a los demás".

Francisco
"Evangelii Gaudium"


lunes, 12 de mayo de 2014

EL SANADOR HERIDO... EL LÍDER COMO HOMBRE COMPASIVO

Uno de los mejores trabajos de Henri Nouwen es sin lugar a dudas su libro "El sanador herido"...  sus ideas en torno al servicio de los líderes de la comunidad cristiana (que no se limita al ministerio ordenado) conservan totalmente su actualidad, y son preciosas sus intuiciones. Por eso he querido compartir algunas de esas ideas...

EL LÍDER COMO HOMBRE COMPASIVO

Al hablar de la articulación como forma de liderazgo, hemos sugerido también el lugar que ocupará el líder del futuro. No «allá arriba», lejos, o en un lugar secreto, sino en medio del pueblo, totalmente expuesto a las miradas de los demás.

Sabemos muy bien que la futura generación está volcada sobre su interior y busca una cierta articulación. Pero también es una generación a la que le falta la sensación de tener unos padres y que busca una nueva forma de autoridad. Es lo que nos lleva a pensar cuál será la naturaleza de esa autoridad. No encuentro otro nombre mejor que el de compasión. Ésta debe convertirse en el centro, e incluso en la naturaleza de la autoridad. Para la futura generación, el líder cristiano es primeramente un hombre de Dios. Pero para que ejerza un auténtico liderazgo tiene que ser capaz de hacer visible, capaz de hacer creíble en su propio mundo, la compasión de Dios hacia el hombre, como se manifiesta en Jesucristo.

El hombre compasivo vive con su pueblo, pero no se deja atrapar por el conformismo de las fuerzas del grupo con el que hace el viaje de esta vida. Nunca se dejará arrastrar por una compasión enfermiza, ineficaz, ni tampoco por una simpatía que nos ciega respecto a la globalidad de la realidad humana. La compasión nace cuando descubrimos en el centro de nuestra existencia no solamente que Dios es Dios y el hombre es hombre, sino también que el que vive a nuestro lado es realmente nuestro prójimo.

Por medio de la compasión es posible reconocer que el ansia de amor que siente el hombre reside también en nuestros propios corazones, que la crueldad que el mundo nos hace tan patente está arraigada en nuestros propios impulsos. Poseídos por la compasión, también vivimos en los ojos de nuestros amigos la esperanza de ser perdonados así como nuestro odio en sus bocas amargas. Cuando matan, sabemos que también nosotros podríamos hacerlo; cuando dan la vida, nos hacemos conscientes de que nosotros podemos hacer lo mismo. Para un hombre lleno del sentido de la compasión, nada humano le resulta ajeno: ni el gozo, ni la pena, ninguna forma de vida o de muerte.

Henri Nouwen
"El sanador herido"

viernes, 9 de mayo de 2014

PARA RECONOCER AL MESÍAS...

"Un día, un joven fugitivo intentaba escapar del enemigo. Sentía que le pisaban los talones y se refugió en una
aldea. Todos los habitantes fueron acogedores con él y le ofrecieron un sitio seguro donde esconderse. Pero
cuando los soldados, que le habían visto buscar cobijo en la aldea, preguntaron a los vecinos dónde se escondía, los aldeanos se echaron a temblar. Y no era para menos, porque les amenazaron con reducir a cenizas la aldea y con matar a los hombres que había en ella si no entregaban al fugitivo antes del amanecer. Los vecinos fueron a casa de! ministro y le preguntaron qué debían hacer. El ministro, angustiado ante el terrible dilema de entregar al joven al enemigo o la aniquilación de la aldea y la muerte de todos los vecinos, se retiró a su habitación a leer la Biblia. Esperaba encontrar la respuesta al dilema antes de la hora fatídica señalada por los soldados. Al cabo de muchas horas, poco antes de empezar a clarear el día, sus ojos cansados se quedaron como imantados en estas palabras de la Escritura: «Es mejor que muera un hombre a que se pierda todo el pueblo». El ministro cerró la Biblia, llamó a los soldados y les dijo dónde estaba escondido el joven. Después de que los soldados se lo llevaron para fusilarlo, se hizo una fiesta en la aldea porque el ministro había salvado las vidas de todos sus habitantes. Pero el ministro no participó en la fiesta. Abrumado por una profunda tristeza, se quedó en su habitación. Aquella noche se le apareció un ángel y le preguntó:
—¿Qué has hecho?
—He entregado el fugitivo a los soldados —le respondió.
—Pero, ¿no sabes que has entregado al Mesías al enemigo? —le recriminó el ángel.
—¿Cómo podía saberlo? —casi protestó el ministro, entre el miedo y el horror por lo que había hecho.
Si en vez de leer tu Biblia, hubieras visitado al joven tan sólo una vez y le hubieras mirado a los ojos, lo habrías visto con toda claridad.

Aunque las versiones de esta historia son muy antiguas, se diría que es un relato reciente. También a nosotros se nos invita a mirar a los ojos de los jóvenes de hoy, lo mismo que aquel ministro, que habría podido reconocer al Mesías si hubiera levantado los ojos de su Biblia para mirar a los del joven. Quizá un ejemplo así sea suficiente para prevenirnos de la posibilidad de entregarlos, totalmente desvalidos, en manos del enemigo, y hacernos capaces de sacarlos de los sitios donde se esconden, y de devolverlos a la vida con sus gentes desde donde puedan redimirnos y liberarnos de nuestros miedos".

Henri Nouwen
"El sanador herido"

martes, 6 de mayo de 2014

OTRAS FRASES DE HENRI NOUWEN...

Para nuestra meditación, algunas frases tomadas del libro "Dirección Espiritual", escrito a partir de apuntes de las charlas que Henri Nouwen impartió sobre el tema.

"Permaneciendo despiertos al Dios que está en nosotros, podemos verlo cada vez mejor en el mundo que nos rodea".

"La disciplina del Libro es la disciplina de la lectura y la meditación devotas de un texto sagrado que propicie la oración".

"Meditación significa comer la palabra, digerirla e incorporarla concretamente a nuestra vida".

"Cuanto más permitamos que nos informen y nos formen los acontecimientos de la vida de Cristo, tanto más capaces seremos de conectar nuestra historia cotidiana con la gran historia de la presencia de Dios en nuestra vida".

"Nuestras vidas no son problemas que resolver, sino viajes que emprender con Jesús como amigo y guía inmejorable".

"Tomar contacto con nuestras luchas, dudas e inseguridades es, en suma, afirmar la vida como búsqueda".

"Nuestra esperanza radica, no en la posesión de fuerza, sino en la confesión de debilidad".

"Los maestros sólo pueden enseñar cuando hay alumnos que quieren aprender".

"Las disciplinas espirituales son las habilidades y técnicas mediante las cuales comenzamos a ver la imagen de Dios en nuestro corazón".

lunes, 5 de mayo de 2014

EL SANADOR HERIDO... Un mundo que sufre.

 Seguimos comentando algunas ideas sobre el libro de Henri Nouwen "El sanador herido", y decía que tal vez algunas de sus valoraciones sobre la realidad pueden haber perdido actualidad con el paso de los años, teniendo en cuentas que este libro fue escrito y publicado en 1995, pero aun así podemos aprovecharnos de esa visión. El libro se divide en cuatro capítulos, según explica al comienzo el propio Nouwen: 

"Los cuatro capítulos pueden ser vistos como cuatro puertas distintas a través de las cuales he intentado meterme de lleno en los problemas del ministerio en nuestro mundo moderno. La primera puerta representa la condición de un mundo sufriente (Capítulo I); la segunda, la condición de una generación que sufre (Capítulo II); la tercera, la condición del hombre que sufre (Capítulo III) y la cuarta, la condición del ministro que sufre (Capítulo IV)".

En el primer capítulo, "El ministerio en un mundo desestructurado", Nouwen habla de la búsqueda del hombre de la era atómica. Hoy hablaríamos seguro del hombre de la postmodernidad. Él se refiere al ser humano que "ha perdido control sobre su propia existencia, una existencia determinada por muchos factores, unos conocidos y otros misteriosos, del medio que le rodea".

"El historiador y psicoanalista Robert Jay Lifton nos ha ofrecido algunos conceptos excelentes para comprender en profundidad la naturaleza de los dilemas del hombre de la era atómica. En palabras de Lifton, el hombre de la era atómica puede caracterizarse por (1) una ruptura con la historia, (2) una ideología fragmentada y (3) la búsqueda de la inmortalidad".

 Nouwen habla entonces sobre el camino hacia liberación del hombre de la era atómica, y comenta tres vías: la vía mística, la vía de la revolución, y la vía cristiana...


"En Jesús las vías mística y revolucionarla no son opuestas sino dos formas claras por medio de las cuales el hombre puede experimentar la trascendencia. Estoy cada vez más convencido de que la conversión es el equivalente individual de la revolución. Por tanto, todo auténtico revolucionario se encuentra con el reto de ser un místico de corazón. Y el que avanza por las vías de la mística está llamado a desenmascarar lo ilusoria, lo vacía que es en el fondo la sociedad humana. Misticismo y revolución son dos aspectos del mismo empeño de intentar un cambio radical. No hay místico que pueda librarse de convertirse en un crítico social, porque en la autorreflexión descubrirá las raíces de la enfermedad social. De manera semejante, ningún revolucionario podrá eludir enfrentarse a su propia condición humana, ya que en medio de la lucha por un mundo nuevo, encontrará que también está luchando contra sus propios miedos reaccionarios y sus falsas ambiciones. 
El místico, lo mismo que el revolucionario, tiene que cortar todos los amarres con las necesidades que le hacen sentirse seguro de sí mismo, gozando de una existencia protegida, y enfrentarse sin miedo a la miserable condición de sí mismo y del mundo".

sábado, 3 de mayo de 2014

CON EL CORAZÓN EN ASCUAS...

 "¿Puedes beber este cáliz?", y  "Con el corazón en ascuas: meditaciones sobre la vida eucarística", 1994, y 1996. Dos libros que giran en torno a la Eucaristía; el segundo, sigue el relato de Emaús; el primero, se centra en el cáliz: sostenerlo, alzarlo, beberlo.
A propósito de la lectura esta semana, en el Tercer domingo de Pascua, del relato de los discípulos de Emaus, en el Evangelio de Lucas, recordamos que Nouwen, en el segundo libro mencionado arriba, vincula esta historia discipular con la celebración de la Eucaristía.
Así aparece reflejado en el índice: 
1. Lamentar la pérdida: "Señor, ten piedad".
2. Discernir la Presencia: "¡Es Palabra de Dios!"
3. Invitar al Desconocido: "Yo creo".
4. Entrar en comunión: "Tomen y coman".
5. Partir en misión: "Vayan a contarlo".

 Como notamos claramente, cada paso del relato coincide con un momento de la celebración eucarística.  Es un camino para revisar nuestra vida cotidiana a la luz de la Pascua, y preguntarnos, ayudados por la lectura de las meditaciones de un maestro, si arde o no nuestro corazón; si hay o no hay Vida en nosotros.