lunes, 29 de julio de 2013

NO JUZGAR.

"Podremos ser mensajeros de la reconciliación para los otros en la medida en que aceptemos que, por medio de Cristo, nosotros mismos hemos sido reconciliados con Dios. Para una tarea de reconciliación es muy importante que nuestra presencia no juzgue a los otros. No somos enviados al mundo a juzgar, a condenar, a evaluar, a clasificar o a poner etiquetas. Cuando andamos entre la gente como si tuvieramos que decidir sobre ellos y decirles a cada uno qué hay de malo en él y cómo debiera cambiar, lo único que hacemos es crear más divisiones.
 En un mundo que constantemente nos pide que decidamos con respecto a los otros, parece casi imposible estar entre los demás y no juzgarlos. Pero lograrlo es uno de los frutos más hermosos de una vida espiritual profunda y será fácilmente reconocido por aquellos que anhelan reconciliación".

Henri NOUWEN.

CADA DÍA, UNA SORPRESA...

"Cada día nos tiene reservada una sorpresa. Pero sólamente si estamos esperándola podremos verla, oírla o sentirla cuando viene. No tengamos miedo de recibir la sorpresa de cada día, sea triste o alegre. Abrirá un lugar nuevo en nuestros corazones, un lugar donde podremos dar la bienvenida a nuevos amigos y celebrar de manera más plena nuestra común humanidad".

Henri NOUWEN.

miércoles, 24 de julio de 2013

ACEPTACIÓN (Jesús reside en tu parte temerosa).

"Una parte de ti ha quedado atrás muy temprano en tu vida: la parte que nunca se sintio plenamente admitida. Esta llena de temores. Mientras tanto, te desarrollaste con muchas habilidades de supervivencia. Pero quieres que tu identidad sea una. Entonces, tienes que recuperar la parte que ha quedado atrás. Eso no es sencillo, pues te has transformado en una persona bastante formidable, y tu parte temerosa no sabe si puede vivir a salvo contigo. Tu parte madura tiene que volverse infantil (acogedora, amable y protectora) para que tu parte ansiosa pueda retornar y sentirse segura.
Te quejas de que es dificil para ti rezar, experimentar el amor de Jesus. Pero Jesus reside en tu parte temerosa, nunca totalmente admitida. Cuando proteges tu verdadera parte y descubres que es buena y hermosa, ves que Jesus esta alli. Alli donde eres mas humano, mas tu mismo, más debil, alli reside Jesús. Recuperar tu parte temerosa es recuperar a Jesús".

Henri NOUWEN

ESCUCHA TU CORAZÓN...

"Cuando descubres en ti algo que es un don de Dios, debes reclamarlo y no dejar que te lo saquen. A veces, a  la gente que no conoce tu corazon, se le pasara totalmente por alto la importancia de algo que forma parte de tu identidad mas profunda, valiosa tanto ante tus ojos como ante los de Dios. Tal vez no te conozcan lo suficiente como para poder responder a tus necesidades genuinas. Entonces debes hablarle a tu corazon y seguir tu vocacion mas profunda".

HENRI NOUWEN

sábado, 20 de julio de 2013

MINISTERIO (A propósito de otro aniversario del sacerdocio de Nouwen)


Henri NOUWEN tenía una visión particular del ministerio, tanto en las comunidades de fe como en la sociedad en general. Entrar en el dinamismo del Amor de Dios supone una sobreabundancia de amor en nosotros, y nos impulsa a tratar de sanar el dolor y el sufrimiento a nuestro alrededor. Dar a conocer el amor de Dios, y trabajar por la justicia a nivel social. La pobreza, la violencia, la enfermedad, la muerte  y otros males sociales son un desafío para la fe. Henri dedicó muchos años de su vida a la formación de sacerdotes, diáconos, pastores,  y previó un papel especial para ellos, pero también sostuvo que todos los cristianos, ordenados o laicos, son portadores de la buena nueva de que toda persona es amada por Dios, y por tanto está invitado a manifestar cada día el amor de Cristo. Al hablar de ministerio, insiste en los aspectos de fecundidad y hospitalidad, y no tanto de productividad; nos invita a ser presencias sanadoras, y es algo muy suyo el tema de “el sanador herido” a la hora de desarrollar sus reflexiones en torno al ministro o apóstol.  Describe dos errores frecuentes en los cristianos cuando se enfrentan al dolor del mundo: aislarse, en una espiritualidad intimista, puramente personal, o por el contrario, volcarse hacia afuera, en un activismo social, que olvide su vida interior, y que no tiene en cuenta la vulnerabilidad que compartimos todos. Para Nouwen la auténtica compasión va siempre unida con una comunión interior, una presencia, de Cristo en nosotros.

martes, 16 de julio de 2013

VIDA ESPIRITUAL

"La vida espiritual auténtica se basa en la condición humana. La vida espiritual no se vive fuera, antes, después o al lado de nuestra existencia cotidiana. No, la vida espiritual únicamente puede ser real en la medida en que es vivida en medio de las penas y las alegrías del aquí y ahora. Por tanto, hemos de empezar observando cuidadosamente nuestra forma de pensar, de hablar, de sentir y de actuar cada hora, cada día, cada semana, y cada año, con el fin de hacernos más plenamente conscientes de nuestra hambre del Espíritu. Mientras nos contentemos con un vago sentimiento de descontento con nuestro actual modo de vivir y un deseo impreciso de «cosas espirituales», nuestras vidas seguirán anquilosadas en una difusa melancolía. A menudo repetimos: «Yo no soy muy feliz. No estoy contento con la forma en que vivo. Realmente, no me siento feliz ni en paz conmigo mismo. Pero desconozco cómo podrían cambiar las cosas, y supongo que he de ser realista y aceptar mi vida tal como es». Es precisamente esta actitud resignada la que nos impide analizar de cerca nuestra realidad, articular nuestra experiencia y profundizar en la vida del Espíritu".
 
Henri NOUWEN

LA MEJOR CURA CONTRA LA HIPOCRECÍA ES LA COMUNIDAD.

"La vida institucional lleva a la hipocrecía, porque los que ofrecemos guía espiritual nos encontramos a menudo con que no vivimos lo que predicamos o enseñamos. No es fácil evitar completamente la hipocrecía, porque al querer hablar en nombre de Dios, la Iglesia o la comunidad nos encontramos diciendo cosas grandes que exceden nuestras fuerzas.
 La experiencia me demuestra que la mejor cura contra la hipocrecía es la comunidad. Cuando, como guía espiritual, viva cerca de los que atiendo, y cuando me deje criticar con cariño por los míos y sea perdonado por mis defectos, entonces no seré considerado un hipócrita. Tengo que llegar a ser un sacerdote que sepa pedir perdón por sus defectos".

Henri NOUWEN.

sábado, 13 de julio de 2013

MANDAMIENTO DE UNIDAD

"El mandamiento nuevo es mucho más que una prescripción de carácter moral. Es un mandamiento para vivir y trabajar siempre, en todas las cosas y lugares, por la unidad. Todo lo que existe es uno. Todo forma parte del Amor Divino que todo lo abarca. Nuestra misión es hacer visible ese amor en nuestra vida cotidiana". 

Henri NOUWEN